MRS / Revista Punto de Vista / 01 de Julio 2025
En medio de una creciente inconformidad ciudadana, los habitantes de la capital potosina se preguntan con razón: ¿de qué sirven los constantes viajes internacionales del presidente municipal Enrique Galindo Ceballos, si los problemas más urgentes de la ciudad siguen sin resolverse? Esta semana, el alcalde volvió a empacar maletas, esta vez rumbo al Vaticano, en un viaje más cargado de simbolismo que de resultados tangibles para San Luis Potosí.
La presencia de Galindo Ceballos en una audiencia general con el Papa no fue más que un acto protocolario, de esos en los que cientos de personas saludan al pontífice sin que de ello se derive un acuerdo formal. La supuesta petición de incluir a San Luis Potosí en una futura visita del Santo Padre a México carece de cualquier respaldo oficial. No hay carta compromiso, ni agenda pactada, ni mucho menos garantías. Es decir, no hay nada concreto, salvo la fotografía y el gasto.
Mientras tanto, aquí en la ciudad, la realidad es otra. Colonias enteras siguen sin agua potable por los constantes fallos en El Realito. Las lluvias, cada vez más intensas, encuentran una infraestructura colapsada y obsoleta. Las calles están plagadas de baches, los drenajes revientan, y la basura se acumula sin control. A esto se suma una inseguridad que se agudiza ante una policía municipal que en muchas ocasiones actúa con prepotencia y poca eficacia.
¿En qué momento los viajes internacionales se volvieron una prioridad? ¿Cuáles son los resultados medibles de estas giras? ¿A cuánto ascienden los gastos por boletos de avión, hospedaje, viáticos, transporte y comitivas? La opacidad con la que se maneja esta parte de la administración es tan preocupante como el estado en el que se encuentra la ciudad.
Los potosinos no están en contra de establecer vínculos internacionales. Lo que se exige es sentido común, responsabilidad y, sobre todo, transparencia. No se puede seguir financiando turismo político con recursos públicos mientras la ciudad se desmorona. San Luis Potosí no necesita más postales, necesita agua, seguridad, calles dignas y servicios básicos eficientes.
Es urgente que la administración municipal rinda cuentas claras. Que detalle qué se ha logrado en cada viaje, cuánto costó y cuáles fueron los beneficios concretos para la ciudadanía. Porque gobernar no es viajar, es resolver. Y hasta ahora, lo único que parecen despegar son los aviones… no las soluciones.
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