Ciudad de México, México.- La conmemoración del 57 aniversario de la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968 quedó marcada por la violencia, luego de que un grupo de jóvenes encapuchados del llamado bloque negro protagonizara enfrentamientos con la policía en el Zócalo capitalino.
La marcha, que había partido desde la Plaza de las Tres Culturas con exigencias de memoria y justicia, fue opacada por ataques contra comercios y choques directos con los cuerpos de seguridad, que respondieron con gas lacrimógeno y polvo de extintores.
El contingente radical avanzó hasta la plancha del Zócalo lanzando piedras, palos, latas, pintura y petardos contra los uniformados que resguardaban la zona de los portales. Al menos dos policías y tres reporteros resultaron heridos durante los enfrentamientos, que se prolongaron por más de dos horas.
En medio de los disturbios, un policía sufrió quemaduras en las piernas tras el impacto de un cohetón que prendió fuego a su uniforme. Los oficiales, superados por la ofensiva, fueron replegados en varias ocasiones hacia calles aledañas, como 5 de Febrero y 16 de Septiembre, mientras los radicales celebraban su “primer triunfo” entre aplausos y rechiflas.
Los mandos de los grupos antimotines ordenaban resistir y mantener los escudos arriba ante la lluvia de proyectiles. Sin embargo, los jóvenes encapuchados incluso lograron arrebatarles escudos a los policías para utilizarlos en su propia defensa.
La violencia escaló cuando un grupo de manifestantes forzó la cortina metálica de un negocio de joyas en la calle de 5 de Mayo para saquearlo, lo que motivó que la policía antimotines avanzara nuevamente en formación para recuperar la zona.
Al final, el discurso del Comité del 68, que pedía justicia por la represión de hace más de medio siglo, quedó en segundo plano frente a los enfrentamientos que marcaron la jornada y obligaron a la dispersión de los contingentes pacíficos.
