Tabasco atraviesa niveles inéditos de violencia debido a la disputa armada entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el grupo criminal “La Barredora”. Desde el inicio de la Administración del Gobernador Javier May, el pasado 1 de octubre, los homicidios dolosos se incrementaron un 297%, pasando de 77 casos en el mismo periodo del año anterior a 306 víctimas en apenas tres meses, según datos oficiales.
La rivalidad entre estas organizaciones criminales, motivada por el control del tráfico de migrantes y el robo de combustible en la región, ha sumido a la entidad en una ola de violencia que incluye desmembramientos y ejecuciones públicas. Apenas este martes, se hallaron 10 cuerpos descuartizados en Villahermosa y Nacajuca, un acto intimidatorio característico del crimen organizado.
“La Barredora”, liderada por el “Sr. 88” o “Comandante 88”, ganó notoriedad desde la administración del ahora senador Adán Augusto López, según documentos filtrados por Guacamaya Leaks. Este grupo ha intensificado su lucha contra el CJNG, que intenta consolidar su control en la región.
El General de Brigada Héctor Francisco Morán González, comandante de la 30 Zona Militar, señaló que “La Barredora” se siente traicionada tras haber dominado Tabasco en años anteriores. La violencia heredada de gobiernos previos, incluidos los de Adán Augusto López y Carlos Manuel Merino, se agrava por la corrupción en mandos de la Policía Estatal, acusados de recibir sobornos del crimen organizado.
En 2023, Tabasco registró 253 homicidios dolosos, pero la cifra de 2024 cerró con 848 casos, lo que refleja un aumento del 235%. Ante este panorama, la administración de Javier May enfrenta uno de los retos de seguridad más graves en la historia reciente del estado.
