Culiacán, México.- Con más de 2 mil 500 elementos militares desplegados en Culiacán, a los que recientemente se sumaron 180 integrantes de fuerzas especiales, la violencia en la capital de Sinaloa no muestra señales de contención. Persisten los narcobloqueos, los ataques armados contra viviendas y negocios, así como los homicidios, pese a la presencia reforzada de fuerzas federales.
La crisis de inseguridad se ha intensificado desde el 25 de julio de 2024, fecha en la que Ismael “Mayo” Zambada fue secuestrado y entregado a autoridades de Estados Unidos. A partir de ese momento, los asesinatos se mantienen al alza y las desapariciones registran un crecimiento sostenido en distintos municipios del estado.
Colectivos de familiares de personas desaparecidas han denunciado que, en el contexto de la disputa interna entre las facciones de “La Chapiza” y “La Mayiza”, ambas en pugna por el control del Cártel de Sinaloa, se ha recurrido al reclutamiento forzado como estrategia para fortalecer sus estructuras criminales.
Las denuncias señalan el uso de ofertas laborales falsas, así como secuestros directos, prácticas que se han documentado en la entidad gobernada por Rubén Rocha Moya. Organismos empresariales como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Sinaloa han advertido que, pese al despliegue federal, los indicadores de violencia no han logrado disminuir.
En este escenario, colectivos de búsqueda como Sabuesos Guerreras reportan un aumento constante de familias que se integran a estas agrupaciones, impulsadas por la desaparición de algún familiar. La dimensión del fenómeno, señalan, supera los registros oficiales.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, entre el 1 de agosto de 2024 y el 23 de diciembre de 2025 se contabilizan 2 mil 253 personas desaparecidas en Sinaloa. No obstante, el conteo realizado por Sabuesos Guerreras, con base en fichas de búsqueda, eleva la cifra a más de 3 mil 500 casos.
En el mismo periodo, del 9 de septiembre de 2024 al 22 de diciembre de 2025, se registraron 2 mil 536 homicidios, lo que representa un promedio diario de nueve asesinatos en la entidad.
La violencia también se refleja en el patrimonio de los ciudadanos. Más de 8 mil 800 vehículos han sido robados, con una media de 18.7 robos diarios. Según datos del Gabinete de Seguridad, en ese lapso se logró la detención de mil 985 personas y el abatimiento de 159 presuntos delincuentes, cifras que, hasta ahora, no han logrado revertir la tendencia de inseguridad que enfrenta Sinaloa.
