Zozobra en Culiacán tras ataque a policías estatales

Un comando emboscó a agentes, dejando un muerto y cuatro heridos.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades federales por desmantelar grupos criminales, la población de Culiacán vive en un clima de miedo constante. Ayer por la mañana, un comando armado atacó a policías estatales que viajaban en dos patrullas en el Bulevar Aeropuerto, resultando en la muerte de un agente y cuatro heridos.

Fuentes federales confirmaron que el ataque estaba dirigido contra Alberto Castro, subdirector en la Policía Estatal Preventiva, conocido como “comandante Caimán”. Este mando es señalado por supuestos vínculos con la banda de “Los Chapitos”, liderada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera. El atentado se relaciona con la desaparición y asesinato de otro policía, Francisco Javier Verástica, quien fue reportado desaparecido el 26 de noviembre en el mismo lugar del ataque a Castro. Su cuerpo fue encontrado sin vida el 28 de noviembre.

Durante la desaparición de Verástica, familiares denunciaron que estaba siendo presionado por Castro para actuar en contra de los principios de la corporación. Este contexto ha generado un ambiente de desconfianza y temor entre los agentes de la ley.

Ayer, las autoridades federales también detuvieron a cinco integrantes de la organización de “Los Chapitos”, incluyendo a Horacio Félix Loaiza, conocido como “El H”, señalado como operador financiero del grupo. La captura se logró gracias a operaciones de inteligencia coordinadas por la Marina, la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la FGR y la Secretaría de Seguridad federal.

Desde el inicio de la narcoguerra en septiembre, tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, la sensación de inseguridad ha crecido en Culiacán. Los ciudadanos evitan salir a la calle, al cine o a centros comerciales, prefiriendo resguardarse en sus hogares después de las seis de la tarde.

Además, el martes pasado, las autoridades anunciaron el decomiso de más de una tonelada de fentanilo en Ahome y Guasave, lo que subraya la gravedad de la situación en la región. La preocupación por la seguridad sigue siendo una constante entre los pobladores y empresarios locales.

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