Junto a cuatro mujeres, tres de ellas mexicanas y una más originaria de Suecia, la joven recibió un reconocimiento por su participación y comenta que esta experiencia le permitió conocer más sobre lo que le corresponde a su carrera, pues ahora regresa muy entusiasmada, feliz por haber sido elegida y participar, pues resultó una actividad: “que le cambió la vida”.
El reto de esta participación consistió en solucionar algunos de los problemas de las misiones que serán realizadas para colonizar la Luna, entre estos se encuentra el detallar el recubrimiento del material que permitirá desarrollar el hábitat para poblarla.
Esta misión les fue otorgada a los equipos el segundo día de la estancia. La estudiante de la UASLP detalló que los equipos fueron conformaron al azar para que concursaran entre sí, considerando la edad y grado de estudios de cada una de las mujeres.
Aseguró que su participación con las jóvenes mexicanas le permitió mayor empatía en el proyecto, aunque todo debió desarrollarse totalmente en inglés para que la estudiante de Suecia entendiera todo el trabajo, este debió ser presentado ante jurados que la Nasa, el cual estuvo conformado por el gerente de la compañía que realizó el concurso AEXA, integrantes de la Nasa y una persona de Brasil que se dedica a investigación de temas de realidad virtual, quienes también ubicaron y guiaron a los integrantes de los equipos sobre el desarrollo de los proyectos.
El trabajo no ha sido concluido en su totalidad, ya que la semana de estancia apenas les permitió conocer que el equipo gana por que tiene viabilidad, por lo que viene una fase de desarrollo mayor en los próximos meses, pues deberán concluir el trabajo y enviarlo a Estados Unidos antes del mes de noviembre del 2019.
La joven explicó, que el material que prometen crear en el proyecto, que permitirá recubrir el espacio para poblar Luna, deberá creado y enviado con tres muestras a la Estación Espacial Internacional, en donde será probado durante un lapso de seis meses, por lo que el trabajo apenas comienza y después de ello no se sabe que podrá ocurrir con el proyecto.
Finalmente, la joven se proyecta como una mujer que en un futuro trabajará en lugares como la Nasa o la Agencia Espacial Mexicana, pues ya puede presumir que tiene un traje de vuelo de la Nasa y que ha vivido la experiencia de subirse a un transbordador, sintiéndose astronauta y practicando algunas de sus actividades cotidianas.