En entrevista el doctor José Romeo Tinajero y la estudiante de la carrera de Ingeniería forestal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria Paulina Chávez detallaron que este proyecto, además de diversos académicos cuenta con la participación de 20 actores de las comunidades de la Sierra en donde anida esta ave.
Apuntaron que este proyecto surgió debido a que la especie se encuentra en serio peligro de extinción, ya que sus poblaciones están declinando desde hace algunos años, por ello surgió la inquietud de conocer cuántos animales quedan, en la zona protegida conocida como reserva de la biosfera Sierra del Abra Tanchipa, para conocer ¿Dónde están?, ¿Qué están comiendo?, entre otras cosas, lo cual es fundamental para el conocimiento de la especie.
Durante los cuatro meses de investigación han encontrado que la densidad del Loro es muy baja, pues sólo han localizado 14 aves que pertenecen a esta especie, los cuales están divididos en dos grupos de cuatro y uno de seis.
Estos animales fueron localizados en una superficie de 21 mil hectáreas que forma parte de la reserva de la biosfera Sierra del Abra Tanchipa.
Aunque el investigador Romeo Tinajero reconoce que quizá pudiera haber más nidos de esta ave en otras regiones de la huasteca, como por ejemplo en el municipio de Tamasopo, la investigación realizada por el equipo de la UASLP, se ciñó a esta región por ser el área protegida, el objeto de estudio.
El especialista apuntó que una de las posibles causas de la baja cantidad de Loros, es debido a la perdida de hábitat, pues la región de la reserva de la biósfera se ha reducido a un 25% de lo que en un principio era el hábitat natural de esta especie.
Además, la estudiante de la carrea de Ingeniería Forestal apuntó que debido a la facilidad que presenta el Loro, para aprender a hablar, la hace una especie atractiva para mantenerse cautiva y por ello los pobladores buscan los nidos para comercializar la especie y obtener recursos a través de ella, sin importar su reproducción o si destruyen sus nidos.
Este proyecto de investigación recibió recursos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas para llevarse a cabo y actualmente los investigadores trabajan la estandarización de los datos para presentar los resultados en enero del 2020.
Sin embargo, el equipo asegura que el proyecto continuará durante los meses de enero y febrero del 2020, pues es la época de anidación de la especie y más que nunca deben conocer el proceso, para cuidar y vigilar del ave en los momentos más vulnerables.