En entrevista, el bibliotecólogo manifestó que la propiedad Intelectual, es un tema en boga para las bibliotecas, centros de información, y el contexto diario, en el sentido que toda creación merece una protección.
Explicó que la Propiedad Intelectual, se divide en: derechos de autor y propiedad industrial. Sugirió tener
“En este contexto de telecomunicaciones y un boom de las tecnologías, debemos tener presente los dos aspectos: derecho de autor y la propiedad industrial, que en su conjunto hacen la propiedad intelectual”.
Puntualizó que, en México, preocupa que hay un desconocimiento de las personas de qué es la propiedad intelectual, “antes no había esta cultura de qué es la propiedad intelectual, y ahora debemos tener cuidado de lo que publicamos en la red”. Aseguró que esta reflexión, es fundamental realizarla pues precisamente los contextos tecnológicos hacen que la información llegue más rápido que antes”.
García Pérez, reconoció que la tecnología, así como ha traído beneficios también ha causado impacto, porque ahora hay software con el que se puede advertir si un artículo o determinado texto tiene un plagio, “por ejemplo, sucedió la noticia de una francesa que quería plagiar los bordados de una mexicana, gracias a las redes se detectó esta situación, antes hubiera sido imposible conocer de estas situaciones que son complejas en un momento dado”.
El especialista hizo un llamado a los jóvenes investigadores a interesarse en la propiedad intelectual, los derechos de autor, y la propiedad industrial, “como investigadores tenemos que adquirir el conocimiento. Precisamente de cómo se maneja la propiedad intelectual en México, para beneficio de las obras literarias artísticas o de cualquier otra índole”.
Finalmente, sugirió a quienes realizan investigación y forman parte de la transmisión de conocimiento en las redes, a mencionar los créditos correspondientes cuando se realiza una investigación y se consultan materiales, “es parte de un contexto moral y ético la debida autoría y cita de la persona de ese trabajo. Los trabajos que están en las bibliotecas, en la red, hay que citarlos porque es fundamental dar crédito al autor intelectual”.